sábado, 9 de febrero de 2013

Inmortal

Que ya no sé ni cómo enfocar esta mierda. Voy a ser graciosa y que se ría todo el mundo, o voy a dar pena, ¿me pongo en plan profunda?, ¿en plan dolida? Espero que enfoque como enfoque esto, compense la última mierda que escribí sin ningún tipo de ganas. Cuando me cabreo como que me motivo, ¿sabéis? Para ponerme a estudiar, me tienen que poner de puta para arriba, que tampoco sé muy bien qué insultos hay más arriba que puta, porque a cada persona le ofenderá de distinta forma la palabra puta, por ejemplo, a mí no me ofende para nada, en cambio a mi anterior novia, le sentó fatal.
¿Cómo podría introducir la mierda que os quiero contar?:
Yo es que alucino no me pidáis un comienzo muy coherente en este mundo donde un presidente da una rueda de prensa a través de un vídeo (si queréis los tweets tan buenos que me salieron con este hombre, me enviáis un mail, ¿eh?) y donde Bar Refaeli se besa con un... con eso. ¿Qué va a ser lo próximo? ¿Un presidente cobrando en negro? ¿Gastarse miles de euros en confeti? Tonterías.. Pues eso, que alucino mucho. Creo que no voy a ser capaz de enamorarme nunca de un chico, son tan gilipollas y tan simples que es demasiado guay para mí, nada de dramas, de cosas intensas, ese sin vivir que sería un vivir.. Poner, me ponen mucho, que hace poco, me gustaba uno, que en qué mala hora, más retrasado y no nace el subnormal. O me enamoraré cuando encuentre uno distinto a todos los que conozco, vaya. Pero bueno, ese es otro tema, no he venido aquí a hablar de mi vida, ah no, espera, que sí. Y totalmente gratis, ojo. A lo que iba:
Juguemos a hacerme daño. Me subiré a esa diana giratoria y me ataré muy fuerte. Toma, los cuchillos. Lanzas y no me da. ¿Qué es esto que siento? Adrenalina en vuestro mundo de modelos liándose con feos y en el mío se llama amor. Lanza 61 veces y de ellas me da 31. Pero no pasa nada, con esas 31, me hace daño, claro, ¿a qué persona no le hace daño que le acuchillen? abstenerse raritos de mierda pero hay sangre, a mí la sangre me gusta, hasta me pone, dependiendo de la situación y de su origen, claro. Hay cuchillazos que apenas rozan, y otros que van directo al icono este que ponéis tanto, este que parece un culo y que tanto me costó de interpretar. Cuchillazos que te hacen sentir una niña. Que te hacen sentir mierda. Que como siempre, te oprimen y no te dejan respirar. Cuchillazos que si no los curas con otro cuchillazo no fallido, no se curan. De hacerme sentir niña os hablaba, de cosas como “esto no lleva a ningún lado”, “perdona por si te he hecho daño, pero...”. Cuchillazos, que te hacen sentir. Cuchillazos así:
Pero oye, que no te quiero y te digo que te quiero mucho y muy fuerte, y que hago que me llames varias noches seguidas durante alguna que otra hora, que te digo que viviremos en Australia y desayunaremos coca, que te compongo una canción, que también podríamos vivir en un entresuelo, por eso de que nos pasamos todo el día acuchillándonos de mala manera, los vecinos no se quejen. Que mi lado de la cama es el derecho, puedes quedarte con el izquierdo. Que hago que te enamores de mí, pero luego te digo que lo siento por si te hecho daño, que no lo sé, eh, que no estoy yo muy segura. Que es que si no veo lágrimas e intento de suicidio, no me hago una idea del daño que puedo hacerte. Y nada, que te acuchillo dejándote como a una niña que está enamorada de mí sin motivo aparente, porque oye, yo no he firmado nada donde pusiese que te quiero, que es que si no firmo, esto no vale una mierda”. Y hasta ahí, recordadme que si me vuelvo a enamorar mañana mismo, sea yo la más bipolar de las dos.
Yo siempre he sido de estas clases de personas que se alegra de cuando a alguien le detectan un cáncer o una de esas desgracias sin importancia. Tanto que tengo inventados a unos personajes en mi cabeza, un padre y dos hijas gemelas, guapas, y nada, que al padre le detectan cáncer el detalle de que son guapas es porque así dan más pena, como que tienen más futuro que una fea, si no mira a Sara Carbonero, es más, estoy por decirle a una compañera de clase que se olvide de estudiar eso del periodismo, que es fea, joder, que si se tiene que meter alguna, esa es mi anterior novia. Ay, bueno, todo esto venía a que espero que no me utilicéis como yo hago con vosotros para sentirme mejor, aunque claro, ahora mismo mi vida da para sacaros de tres depresiones.
Y bueno, el resto todo muy aburrido, de momento no me han detectado ningún cáncer.
Por cierto, un beso a las pijas que van de pijas. Un beso a estas que van a Starbucks porque es más de lo más y lo parten. Otro beso a los hipsters que van de hipsters, esos hipsters que se creen guays por serlo, esos que se llaman hipsters a sí mismos, que sólo le falta llevar un cartel luminoso donde ponga “HIPSTER”. Un beso a las que me insultan, pero que me insultan sin saber dar la cara, que es que si me insultan en la cara les animo a que me insulten más, en plan súper emoción, qué utopías... Cada vez odio a más gente y con más fuerza, pero bueno, que yo no he venido aquí a hablar de mi vida. 
Y un saludo, así en plan con la mano desde lejos, a la piña suena maricón pero no es nada en ese plan, somos ambas unas mujeres muy duras y frías que da el visto bueno a todas mis entradas antes de que las suba, Son, más maja ella, ya os contaré en otra entrada.
Tu puta madre, guapa

sábado, 29 de diciembre de 2012

Caótica Ana

Antes de todo, quiero darle las súper gracias a David Gómez por hacerme un cambio al blog, porque siempre lo utilizo para cualquier tontería, porque yo soy una vaga y una lerda, y claro, como él es bueno y gay no sé lo que tiene que ver que sea gay, la verdad pues siempre me ayuda, a cambio de nada. Que por cierto, me falta poner la descripción, pero es que estoy de un vago que no he hecho aún ni un deber, que ya me lo dejo para lo último para hacerlo con angustia, que eso a mí me encanta, procrastinemos todos.
Querido lectores, estáis en mi cabeza varias semanas. Vale que he estado a tope con los exámenes, pero hace tiempo que me han dado vacaciones, y vosotros estabais ahí, agobiándome, pidiéndome cosas de mi vida y yo ya no aguanto más. Aquí tenéis, atentos. Vuelve Ana, más caótica que nunca.
(Cojo el móvil y me voy a mis notas: Timberland, Levis, montaña, cáncer, relato, regalos, notas, pillada twitter, sanidad privada y agrego, perro)
Que no tengo cáncer, no tengo que ir con ninguna bolsita de mierda. Bueno, mi tía me ha comprado una bolsa de estas de cuero que huele entre camello y mierda, pero que no es comparable con la bolsa del cáncer de colon. Lo que tenía era una bacteria por haber comido algo en mal estado, y me dieron antibiótico y bueno, que ya no la tengo y puedo volver a comer sobre mis suelas de Vans.
El instituto me ha ido genial, mi carrera y mi vida en Madrid cada vez está más cerca. No han habido notas mediocres. Lo que sí que han habido han sido horas de biblioteca.
Todo comenzó un día en el cual estaban poniendo parquet en el resto de mi casa, estaban cortando con un radial en mi oreja. Llamadlo excusa o lo que queráis, pero yo así no me concentro. Y nada, me fui camino a la biblioteca. Estuve unas 5 horas allí metida, y al salir, me crucé con una antigua profesora de valenciano, y no se me ocurrió otras cosa que darle dos besos, que no venían a cuento ya que la conversación había empezado hace rato. Joder, fueron 5 horas allí metida, al salir, el aire puro  aire puro en Valencia, cuidado me llenó los pulmones y pasó lo que pasó. Yo no quería. Los demás días fui con una amiga mi amiga es Vesela, pero yo nunca digo nombres, para que no se les suba a la cabeza, pero va, Vesela, éste es tu minuto de gloria. Ahora la echamos de menos, a ella y a su gente, a un tío bueno, el cual consiguió que tapásemos el cristal de la mesa a base de mochilas y libretas, la chica del bigote, la cual nos despistó casi tanto como el tío bueno, salir a la terraza de en medio e insultar a todo el mundo que pasaba por los lados, cantar y gritar, y después de una hora así, entrar otra amiga y decir que se nos escuchaba absolutamente todo. Todas las noches, horas, angustias, sudores, uñas y lágrimas, han valido la pena. Porque en cierto modo mola, eres tú, las horas contrarreloj, un desafío, dar todo de ti misma. Realmente mola, mola cuando ya has pasado por eso. En éste trimestre me he dado cuenta de que cada vez soy más competitiva, me gusta, me encanta, pero espero no llegar a alegrarme porque mis amigas suspendan, que me entre la risa en clase cuando no me superan, apretar los dientes muy fuerte, odiar.. ah, espera, que es lo que me pasa.
Y como todo es trabajar en el instituto, hacemos excursiones. Que esto es lo que se cree mi profesora de gimnasia, y debería ser, además de que nos dejamos todo estudiando, nos hacen subir una puta montaña en condiciones infrahumanas  vale, esta generación es muy maricona, pero que yo tengo problemas del corazón, me encanta decir esto para dar pena.
Nada, por el camino, cada vez que veíamos una vaca, una amiga no diré el nombre y yo gritábamos eran vacas pintadas, las vacas de las señales de la carretera, así somos, no, nosotras tampoco nos explicamos nuestras notas era todo para darle emoción al viaje. Llegamos allí. Un frío que llevaba yo la nariz que parecía Rudolf y al sentarme las nalgas heladísimas ahora es cuando os imagináis mis nalgas heladas. Subimos un poco y nos enseñaron una mierda de unas cuevas o algo así, yo es que no atendía nada porque me estaba riendo de las pintas de todo el mundo, con las zapatillas estas de correr que son cáncer ¿ya os he dicho que no tengo cáncer? y botas de montañas que eso ya es una metástasis, por no hablar de gente que iba en chándal, y con chaquetas que parecían Michelín, pero es que vale que yo me ponga una chaqueta de esas, pero imagínate una gorda con una chaqueta que de por sí ya te hace gorda. Aquello era la locura máxima.
Subimos, yo ya respirando con delicadeza en plan de que me voy a morir, en plan tiro todo lo que llevo dentro gritos, hubieron bajas y todo, sangre, tiroteos.. Bueno, quizás lo estoy exagerando un poco, pero en serio, para que luego no te suban nada la nota y ni salgamos en la tele por subir la segunda montañana más alta de toda Valencia, ni clavar una bandera ni nada, muy pobre todo.
Mis regalos han sido geniales, mis padres una coctelera, un libro de cócteles y todos los accesorios para hacer cócteles, el vaso mezclador, el medidor, picador de hielo y majador. Que os preguntaréis qué hacen regalándome eso, pero es que vamos a ver, tengo gustos raros, que cuando digo raros, digo guays, porque los cócteles lo parten, sólo me gusta el alcohol si es en cóctel. También una camisa vaquera Levis y un pijama, que odio que me regalen pijamas, que yo por casa voy hecha una gitana, que nadie me ve. El resto de mi familia, dinero. Sé que esto os importa una mierda, pero aquí la que escribe soy yo y no os obligo a leerme después os hago examen por Whatsapp.
Hablando de Levis, el otro día me compré unos vaqueros color vino. Mis primero Levis y mis primeros pantalones de color. Nunca me han gustado los pantalones de color, hasta que vi ese color a una chica preciosa en París. Me los compró mi padre porque perdió una apuesta, que la apuesta era una excusa para comprármelos y que no pareciese que mi padre me compra todo lo que le pido, así es él. Total, estreno el pantalón y esa misma mañana me mancho con una mesa de mierda esto en un colegio privado, no pasa, por culpa de algún niñato que se entretiene pintándolas. El cabreo que cogí no fue normal. Los metí en leche y los observé mientras mis ojos se empapaban, y hasta se me pasó por la cabeza rezar, mi abuela hubiese estado muy orgullosa. Al final no se nota casi, porque tampoco era tanto, pero yo soy dramática a tope.
Antes he dicho que las botas de montaña son una metástasis, pero es que cuando hablo de botas de montaña, no pienso en las Timberland. No tengo cáncer, pero sí unas Timberland en las que me ahorré 80€ por un error de El Corte Inglés. Bajé las escaleras mecánicas haciendo la croqueta.
Realmente esta entrada es una súper mierda, pero es lo que tiene cuando pasan dos meses y no me puedo centrar en absolutamente nada, os pido disculpas. Joder, parece que sea maja y todo. Si mañana muero, quiero que me recordéis como en mis anteriores entradas, la Ana borde y antipática de siempre. Bueno, sigamos.
El otro día mihermanohijodeputaCarlos y yo, nos negamos a contratar un seguro privado. Mi madre y mi padre desde hace años que lo tienen, pero querían uno para nosotros, ya cansados de esperar tanto en la sanidad pública y de gastarse en mí tanto dinero por el casi cáncer, decidió pasarnos a la sanidad privada. Obviamente yo sabía que mi hermanohijodeputaCarlos se iba a negar. No vamos a ir a manifestaciones luchando por una sanidad pública mejor e ir a la sanidad privada, que es lo que quieren. Hacía tiempo que no me sentía así de orgullosa. Ah, mihermanohijodeputaBorja la aceptó, el que es facha, es facha.
Ahora que estamos hablando de Twitter, mi madre entró el otro día con cara de circunstancia a mi habitación, y me dijo: “Ana, tu padre y yo estamos muy disgustados contigo yo pensé que me habían pillado el historial, hemos buscado tu apellido en internet y nos sale tu twitter. Las palabras que allí empleas no nos cuadra nada con tu persona, hemos leído cosas como puta, joder, o que follen a la gorda”. Yo no supe decir nada, lo único que hice fue decir palabras sin terminarlas y frotarme la cara. Mi madre se salió y pasamos todo el día sin hablar. Todo esto de que tenga un nombre de mierda ahora en Twitter, pero que por mucho que pusieses mi apellido en Google, no te salía mi cuenta, no tengo ni idea de cómo la descubrirían. Antes de arreglar las cosas con mi madre, porque desgraciadamente, es muy difícil pelearse con una madre, la quieres de tal manera siempre necesitarás que te planche o que te lave algo, le envié un SMS muy poco agradable es que soy muy de notas y derivados, como cuando el otro día tenía que leerme el Lazarillo de Tormes y mi hermano me lo bajó en el Ebook, en la nota le puse desde que a lo mejor tenía cáncer hasta que lo que sí que sabemos seguro es que tiene calvicie, y todo para decirle que ya no lo quería y que todos me decían que iba a llorar con él, es que no, me cabreé muchísimo, y entiendo que se sorprendiesen, porque en mi casa en la vida nos han dejado decir insultos, ni joder, ni nada, pero lo importante es saber cuándo no hay que decirlos.
Vuelvo a pedir perdón, pero bordemente, porque estoy escribiendo con prisas, porque no paro en casa y hoy, justo, me ha llamado mi madre, diciendo que fuésemos todos a casa, que mi padre le había hecho una sorpresa. Odio las sorpresa, me gusta tener todo bajo control, más o menos saber cómo reaccionar y tal. Total, yo con angustia y todo. Se me ha pasado por la cabeza desde que le había tocado la primitiva, hasta un coche y pasando por Sabina y Serrat que me los imaginaba tomando café en mi casa. Hemos llegado y estaban todos en mi habitación, encima de mi cama estaba lo que siempre he deseado, un puto perro. Es un Lulu Pomerania y es macho, de lo más bonito del mundo mundial. Aún sigo en shock, cuando me despierte, ya me lo comeré y le diré cosas como, “te estampaba contra la pared”, “es que te cogía la cabeza y te la arrancaba”, así es como yo demuestro mi cariño, por eso nunca lo hago, por vosotros. Tiene tres meses y donde lo han comprado lo llamaban Copo, pero Copo es el horror, muy vulgar. Yo quiero Dakota, y lo voy a llamar Dakota, y si no es Dakota, Sonri o Conde, pero Copo, me niego.
Y de lo que más orgullosa estoy de esta mierda entrada, es éste relato. La profesora de inglés nos dijo que escribiésemos una historia, y claro, cuando no me pones limitaciones ni normas ni nada, me suelto y disfruto. Le gustó tanto que no se creía que había sido yo, una gran poeta, me dijo que era, tantas veces me preguntó que si era mío, que acabé por ofenderme, pero si os digo la verdad, no me pega nada escribir cosas tan bonitas. Me hizo pasárselo a limpio para quedárselo. Pero yo no busca la aceptación de ella, yo buscaba la aceptación de otra persona, de la persona a la que va dirigida el relato. Y la tuve, y eso me encanta.

"                             Heridas de un Diciembre
5 de Diciembre. Calles iluminadas por las luces de navidad, la única luz que quedaba en su vida, la que se estaba apagando. Ya sólo le quedaba aquello, lo artificial.
Habitación 517, paredes blancas, sábanas frías y un ruido monótono que marcaba la vida pausada de Ana. Una ventana lloraba y Lucía llovía. Una triste cortinilla color angustia separaba una vida de otra, o mejor dicho, una muerte de otra.
Dos vidas paralelas que tendieron a unirse, como dos gotas en una ventana que caían, seguían su camino y, al final, antes de desvanecerse, se unían y morían juntas. Idéntico comienzo, distinto final.
Rezumaba sobre Lucía un sentimiento de dolor, de dolor puro, dolor que le oprimía el pecho y le asfixiaba. Quedó el sabor de las malas palabras, del orgullo y de la inmadurez.
El ruido monótono dejó de ser ruido para no volver a sonar nunca más. Lo único que le quedó a Lucía, fue llover y una luz artificial.
La tormenta despertó a Lucía, que se hallaba en el sofá. Una sensación extraña la invadió, una tristeza sin motivos. Lucía miró a través de la ventana, llovía. “...Antes de desvanecerse, se unían y morían juntas”. Fue hacia la cama donde estaba Ana, y le susurró:
-Ven, ¿ves esas dos gotas de la ventana?
Paredes cálidas, color ilusión, sábanas calientes.. Lucía, Ana."
Vuelvo a menospreciar la entrada y a sentirlo, desde el más absoluto asco, pero espero que el relato os permita perdonarme. Yo he podido.
Tu puta madre, guapa

jueves, 1 de noviembre de 2012

En profundidad

Hola, soy una amiga de Ana. Ana no puede escribir, ha muerto.
Que no, que es broma. Yo no tengo amigos, que sigo viva, aunque yo ya pensaba que me quedaba poco… Os cuento: Creía que tenía cáncer de colon, tenía indicios desde principio de verano, pero no me preocupé, hasta que hace un mes le dejé una notita a mi madre diciendo lo siguiente:
“Hola mami, creo que tengo cáncer de colon, yo no pienso ir con una bolsa de mierda por la vida”
Me daba vergüenza decirle esto sí, esto me da vergüenza y pintar en la acera “Never Someone Like You” no me da. Vino riéndose la muy puta, cuando yo estaba interiormente al borde del llanto y me dijo que era normal en las personas como nosotras, estreñidas heredo de mi madre estas cosas, imaginad cuánto la quiero. Pasó un tiempo y me volví a preocupar así que mi madre decidió ir a un especialista digestivo y yo me pasé la semana llorando en silencio, viéndome con un cáncer y en cómo os lo iba a contar, imaginándome calva, pensando que no llevaría peluca y en si en el bus me dejarían sitio por tener cáncer y esas cosas.
Total, fuimos y el doctor me iba preguntando cosas normales, en plan “¿Cómo es tu caca? ¿Bolitas de cabra, dura, normal...?” Y a mí, que me temblaba la voz, pues me entró un ataque de risa. Pasamos a otro despacho y me dijo que me iba a meter el dedo en el intestino en el ANO, EN EL ANO. El señor muy agradable, hasta que me metió el dedo en el culo. Pero esto no es lo peor, tenía que estar presente mi madre. Le pregunté que si tenía que estar, me dijo que sí, que “por algo psicológico”, pero ya aviso que ahí no me vuelven a meter nada, eh. De lo acojonada que estaba  no solté ni un “No entiendo a los gays” o un “Empuja, empuja”, nada. De ahí, me mandó a hacerme una colonoscopia que me hice este martes.
Llegamos allí, yo con hambre, sed y los intestinos limpios. Me pasó a una sala, me dijo que le hiciese un streptease que me quitase la ropa, vamos, es que quería hacerse el gracioso. Me puse una bata horrible -de estas que si no te las cierras bien se te ve el culo- y le pregunté si hacía falta que me pusiese un gorro ridículo de los que habían allí y me dijo que no. Entré al quirófano que, por cierto, menuda mierda de quirófano, los de Hospital Central molan más y eso que esto era un hospital privado, que ahora os contaré por qué fuimos a uno privado... Total, entré y me dijo el anestesista que me subiese a la cama. Casi me caigo. Fatal quedé. Fatal, no iba a hacer ya suficiente el ridículo yo. Me tumbé. No me encontraron la vena en una mano, me pincharon pero se salió, probaron en la otra y ya acertaron. Me inyectaron anestesia, justo se movió todo y me dormí. Cuando me desperté estaba mi madre y el doctor. Yo estaba borracha, literal. Escuché que el doctor le decía que tenía que hacer caca en un bote, le pregunté que si era opaco, y no me entendían: les dije que si se veía la mierda yo no pensaba llevarla ahí. Me levanté estampándome con todo, me cambié eso creía yo, porque resulta que me cambió mi madre, porque luego me hizo un comentario de, “oye tú...” y yo en plan, quiero morirme, y el doctor me dijo que me relajase, que hay horas de estudio y horas de entretenimiento, por si es lo del colon irritable, dice mi madre que si es por nervios me va a llevar a terapia (uh, las de entradas que podrán salir de todas mis conversaciones). Bueno, pues mi madre también me contó que les dije pederastas o algo así que yo de eso no me acuerdo, aunque sí que comenté que eran todos unos pederastas antes de entrar a quirófano, pero porque yo veo a un abuelo sentado en un banco y digo que es pederasta, soy así, no podemos hacerle nada. Y ahora tengo que tomarme unos medicamentos y dentro de unos días me vuelve a meter el dedo en el intestino ANO para ver si lo tengo inflamado.
Tengo que aclararos lo que os he dicho antes, en mi casa todos vamos a la sanidad pública, pero mi madre estaba preocupada yo siete veces más, se iban a ir mi padre y ella a Amsterdam por  trabajo trabajo, claro y quería saberlo. En total todo le ha salido por unos 800€, y es que yo flipo, o sea, imaginaos que vuestra vida depende de que te hagan una colonoscopia antes o después, y si no tienes dinero, te mueres. Es que me indigno mucho. Por no tener dinero, te mueres, porque en la pública te dan cita para cuatro meses después… Le iba a preguntar a mi doctor que si una persona va a su consulta y le dice que no tiene dinero para la colonoscopia y es algo vital ver lo que tiene, que qué haría. Pero no pude, fue pincharme y dormirme, realmente fue una pasada, imaginaos que mientras estoy yo dormida, me quitan un riñón y yo aquí, viviendo sin riñón si eso ha pasado de verdad, espero que se hayan llevado el malo.
Y el miércoles fui a hacerme otro electro porque el lunes que viene tengo cardiólogo, después de esperar tantos meses. Yo ya le he dicho que como me hagan correr sin sujetador, no lo voy a hacer, o que se salgan todos. Vale, no tengo casi tetas, pero las que tengo me botan, no me llegan a dar en la cara, como les pasaría a algunas amigas, pero botar, botan.
Mi última entrada fue antes de empezar el instituto, me parece. Yo fui emocionada a clase porque me decían que habían dos gemelas, guapas, una arpía y la otra buena, pero eso es lo que menos importa, eran guapas. Menuda decepción, nos ha tocado en clase a una de las gemelas, pero tengo yo más de alemana que ella, que parece sudamericana, y no se parecen en nada. Hablando de sudamericanas, hay una que me encanta, es increíble. No sabéis cómo se entrega en las clases, con apuntes, con sus colorcitos amariconados, con sus preguntas, sus gestos, sus gritos, parece que se le vaya la vida en ello. Me encantan las personas que se entregan tanto, me dan ganas de abrazarla. Luego suspende, pero bueno; entregar, se entrega. En algunas clases también coincido con una rubia que al principio me gustaba, porque claro, era rubia y parecía que vestía bien... Pero luego resultó ser un fraude, tiene muy buen cuerpo, es mona y parece maja, pero no me gusta nada cómo viste. Además, lleva Andy-Z que son lo peor de esta sociedad. También entró un chico nuevo y a todas se les caía la baba, porque la gente es tan simple que relaciona ojos bonitos con belleza, o rubio con belleza. Es normal, lo que pasa es eso, sus ojos y que viste bien. Al principio parecía hasta maduro, pero después se fue soltando y claro... Como todos. Luego se preguntan por qué hablo más de tías que de tíos. Cuando los tíos empiecen a vestir mejor, me iré enamorando, porque aquí los que visten bien, son maricones. Y por último entró una chica de 25 años, que también menuda voluntad entrar a primero de bachiller con 25 años, menopáusica, con hijos y nietos. En definitiva, nuevas que sean guays, sólo he encontrado a una inglesa que ya no sé si es inglesa, porque habla italiano, francés e inglés, pero que se llama Grace y a mí eso me suena a inglés y a musical, según se lea. Piensa muy como yo, me gusta.
Y nada, tampoco me ha pasado nada relevante, ya me he estrenado con las caídas este año. Fue en gimnasia. Es que me entrego tanto en el juego, que me pongo a cien y claro, me como el suelo y me cargo los pantalones. Y cómo no, antes de empezar el instituto habían muchos rumores sobre mí, y hace poco me enteré de otro, que por suerte, no me implica de lleno, pero también me involucra. Cuando termine mi etapa de instituto, tengo pensada una entrada muy buena para todas esas personas.
Tengo muchas ganas. Y recordad, las víboras como yo, viven mucho.

Tu puta madre, guapa

domingo, 16 de septiembre de 2012

Maldita dulzura la tuya, Yaiza

No me gusta hablar de personas por aquí y mucho menos dedicarles una entrada completa. Tampoco me gusta leer las entradas que voy haciendo, una vez publicadas no las vuelvo a leer porque no me gustan nada, las cosas que me hacían gracia, ya no la tienen.. De todos modos, os hablaré de ella como si nunca lo hubiese hecho.

Definitivamente es la persona que más me ha hecho reír de todo el mundo, es cierto que tengo mucha facilidad para reírme de cualquier cosa, pero para vosotros también sería la persona que más os haría reír. No lo será, lo siento. Hace ya más de dos años que la conocí. Yo, que me acerqué a ella por puro interés, me doy cuenta de que lo único que ahora me interesa, es ella. A simple vista, parece dulce, una chica de las que no cruzan semáforos en rojo. Una chica que, si fumase, giraría un cigarro para fumárselo el último; por eso de que da suerte, aunque ella no pueda tener más. Luego, te das cuenta de que realmente es igual de dulce que a primera vista, oculta tras su humor cruel y en ocasiones soez, sigue siendo la misma chica que rezuma esa dulzura, azucarada, como su olor. Sus distintos olores que se te quedan impregnados y que deseas que jamás se vayan de ti. No sé si sabéis por dónde voy, y si lo sabéis, entiendo que os quedéis a cuadros. Yo tampoco me lo esperaba. Ella y yo. Imposible. Lo mucho que nos hemos despreciado y ese "asco" que nos tenemos... Que todo eso desemboque en un sentimiento bonito, tan intenso y fuerte. No tengo remedio, al final acabo enamorándome de todas las personas a las cuales admiro. En otras ocasiones puede que confundiese admiración con amor. Pero esta vez no. Esta vez lo tengo claro y... admiración hacia ella no me falta.
Es todo por su culpa, por tener esa gracia que nadie tiene, porque el humor me atrae, por su pelo, por sus labios, sus facciones tan bonitas, tan naturales, relajadas..
Me di cuenta hace un tiempo cuando ella me dijo “Ana, creo que me gusta alguien”. Me quedé callada. Que le gustase alguien de verdad era todo un reto. Nunca se había enamorado. Es tan indecisa que no se decide y por eso nunca se ataba  a nadie. Indecisa y agobiada. Han pasado hombres por su vida que realmente me han devuelto a mi heterosexualidad más absoluta. Se lo digo a todo el mundo cuando me preguntan por ella: “Tiene unos chicos que te desmayas desmayada”. Siempre termino con un “es Dios”. Por eso, cuando me dijo aquello, me quedé callada. No lo sabe, pero estuve varias horas reordenando mis sentimientos. Me sentía alejada de ella, me sentía vacía, rara, incómoda. Quería que todo fuese una broma. Pero no lo era. Ahí me di cuenta de que la quería. Por mucho que me reviente, es así. ¿Por qué nunca me puedo enamorar de nadie normal? ¡De nadie! Y enamorar a una chica como ella... Es un imposible.


Un día, alguien me preguntó a qué tres personas me llevaría a una isla desierta. Le dije que a Yaiza. Porque me llenaba en todos los aspectos, menos en uno, que era prescindible.

Me equivocaba.

Tu puta madre, guapa

viernes, 31 de agosto de 2012

Siempre nos quedará... originalidad a raudales

Hola, ya no me disculpo, disculpaos vosotros, no te jode, que yo estoy aquí venga a escribir mierdas y todavía ninguna editorial me ha ofrecido publicar mi biografía, y tampoco me han dado ningún puto premio, o sea, que dad gracias. Tengo la inmensa suerte de que a mi madre le guste viajar y que esté tan forrada que cada vez que tenemos que pintar las paredes de casa, nos mudamos, también hay que decirlo. Este verano nos hemos ido a Paris, y no, no penséis “Oh, qué romántico todo, la ciudad del amor” ¿Qué hay de romántico en ir con tu familia? Yo había estado otras dos veces, pero como era pequeña, ya no me acordaba de nada, y mejor, porque mi infancia fue bastante dura. Unos días antes de viajar hacia Paris, me hice un itinerario de los sitios que más le gustaban a Patricia Conde esto lo contó mi madre en una comida familiar, a pesar de mis patadas por debajo de la mesa, toda mi familia se rió de mí, para variar y de las tiendas que quería ver.
Yo soy muy de tener fobia al pasar por el detector de metales, por si pita. Ya me pasó yendo a Londres, y no, la chica que me palpó no era como yo me la imaginaba en una de mis fantasías. En las tiendas me acuerdo a la hora de salir y ya es demasiado tarde, entonces por eso tardo tanto y finjo que estoy mirando ropa, pero que realmente no me importa lo más mínimo eso de la ropa, vamos, hay un descuento en la web de Fred Perry y a mí no me entra ansiedad y les envío un sms a mis padres para que me den la contraseña de su Visa y empiezo a comprar compulsivamente, por favor y ya me atrevo a salir pasado el miedo, si me pita mi reacción es salir corriendo, sí, aunque no haya robado nada.
Una vez ya dentro del avión, la auxiliar de vuelo empezó con el espectáculo ese de lo que hay que hacer en caso de que fuésemos a morir. Yo de verdad no sé cómo no les entra la risa y cómo no se frustran porque nadie les hace caso, yo era la única que le miraba mientras me reía porque soy muy responsable era guapa, porque ahí se apaga el motor y lo último que hacéis es seguir las indicaciones que os han enseñado, yo estaba rezando para que nos pasase lo de Lost. Yo sería Shanon, bueno, Shanon no, que me matan y yo soy mucho de chupar cámara, mejor Katie.
Llegamos a Nantes, que mi madre quería pasar dos días allí antes de llegar a París, recogimos el coche de alquiler, que por cierto, yo quería un Mini, pero mis padres no cedieron, yo llorando, gritando que lo quería, arrancándome la ropa, pero nada para que luego me llaméis mimada y que lo tengo todo, vaya. Llegamos a un palacio donde nos íbamos a alojar, quizás al leer la palabra palacio pensaréis “Oh, pero qué maravilla” no. Mis padres encantados, pero yo que soy muy de cosas modernas, aquel sitio me daba miedo, era muy siniestro y los dueños tenían caras de pederastas, ahí lo dejo. MihermanohijodeputaCarlos se eligió primero la cama, a mí me tocó una cama-cuna sí, cama-cuna y mido 1,70, sí, 1,70. A la mañana siguiente, hicimos las maletas, afortunadamente, para ir haciendo camino hacia Paris y hospedarnos en otro sitio. No sin antes estar todo el puto día viendo châteaus (castillos) mirabas a la derecha y veías un château, mirabas a la izquierda y otro más, allí todo el mundo tenía châteaus, pero châteaus a lo Harry Potter, no châteaus a lo pequeño, no. Por fin llegamos al hotel. Yo lo primero que hago al llegar a un hotel, es abrir el minibar, no sé, soy así de simple, aunque nunca abra nada, pero me hace una ilusión increíble, creo que es lo mejor de los viajes, chica. Bueno, en realidad lo primero que hago es preguntar al que comparte habitación conmigo “¿Si tú fueses un asesino y entrases en esta habitación por la noche, a qué cama asesinarías primero?” de esta forma tan práctica y sencilla, elijo mi cama. 
Al día siguiente ya llegamos a París. No sin antes subirnos en metro y que a mi madre, le metiese la mano en el bolso una rumana, pero como ella es tan lista, como yo, gracias se dio cuenta y la rumana se bajó corriendo. Yo ya me veía ahí, persiguiéndola, corriendo detrás de ella, lanzándome, tirándonos al suelo, todo a cámara lenta, claro. Entonces ya me imaginaba que el presidente del Gobierno francés, me daba una condecoración por ser así de chula, y ya me entraba ese malestar al no saber qué ponerme para ir a recogerla, que además, súmale que me la daban Adele y Patricia, así, porque lo decidía yo, entonces al final pues pensé que lo mejor sería no arriesgar mi vida. Al llegar al apartamento alquilado, cuando mi madre ya se había echado a llorar unas cuatro o cinco veces porque no lo encontrábamos todo muy bonito, era precioso, eso sí, había un baño donde solamente estaba la taza del váter, porque la bañera estaba en mitad del salón, obviamente con una especie de persianas de madera que se regulaban para que desde fuera no te viesen, que de esto mi madre no se dio cuenta y nos dio una sorpresa un tanto desagradable, vale, muy bonita toda, pero lo del váter, me pareció poco práctico para seis personas, porque vino mi cuñada, que muy bajita y todo lo que queráis, pero hace unas cacas más grandes que ella, le mando un besito desde aquí. Y yo claro, estuve 9 días sin poder ir al baño, que tan sólo cuando hacías pis parecía que te lo estuviesen haciendo en la oreja, aunque bueno, mi récord de no ir al baño han sido 15 días, increíble pero cierto, no sabéis lo que puedo llegar a acumular en mi estómago también me podrían dar una condecoración por ahorrar agua de la cisterna, entregada por Adele y Patricia, obvio.
Los demás días, veíamos monumentos de estos de mierda y yo quería centrarme en lo que me gustaba a mí. Mi objetivo se cumplió, fuimos a L´Avenue Montaigne, la milla de oro de París, que es donde estaba el restaurante favorito de Patri, la comida fabulosa no, no entramos, aquí tenemos dinero para lo que les interesa a ellos, y mi madre, que me dijo “Venga, ponte delante que te hago una foto” Oh sí, hazme una foto venga, y la ponemos en el álbum, “Restaurante favorito de la Patri” no te jode, y si te parece la enmarcamos, zorra. Por ahí pasamos por un hotel donde habían paparazzis a la puerta, si por mí fuese,me hubiese quedado todo el día esperando a que saliesen, pero vaya, que tenemos gustos diferentes yo he salido así de simple. También vimos el puente donde se rodó el videoclip de Someone Like You, llegamos y yo notaba su presencia, la notaba, y no dejaba de decirlo, era como si estuviese ahí, como si la mismísima Adele estuviese presente. Yo quería rodar el mismo videoclip, y luego poner el sonido encima, así tipo playback, pero al decir aquello, mi familia se dispersó, diciendo que tenían mucha prisa. Al llegar a casa, me di cuenta que no era ese puente, era otro por el que también pasamos. Después de decir todo aquello bien, todo estupendo. También fuimos a todas las tiendas que tenía apuntas, y tiendas que no. Alucinante, simplemente alucinante. Eleven Paris, Fred Perry, The Kooples.. Voy a destacar Abercrombrie&Fitch. 
Mi cuñada y yo hicimos cola, algo típico de esa firma. A la entrada habían dos macizorros con su famosa camisa a cuadros y sus chanclas. Después de pasar un jardín entramos, había un chico sin camiseta y una chica con una polaroid. Nos hicimos una foto y nos la dieron. La tienda oscurísima y la música a tope. Estaba mirando un jersey cuando un chico de allí me habló en inglés, entre que me bloqueo cuando me hablan en inglés y que era un bellezón digno de violarlo allí mismo entre la oscuridad y la música no se enteran, me quedé mirándolo sin decir nada, por suerte, mi cuñada la bajita de cacas grandes contestó por mí. Los chicos eran todos muy guapos, las chicas no tanto, eso sí, eran súper jóvenes. También tengo que decir que había una que valía por todas, no era guapa, no, era lo siguiente, digna de violarla allí también. Al final me compré algunas cosas de allí, pero esa firma si no fuese por los chicos, no sería ni la mitad de conocida ni habría esas colas. La gente va más para poder decir que ha estado allí que por otra cosa, porque la ropa era toda muy igual y no había casi variedad, es bonita, pero no para tanto.
Cada noche veía a un vecino que teníamos enfrente, era negro, me encantaba, es que tengo una gran debilidad por los negros, allí en París eran todos guapísimos, tengo que reconocer que ha sido un viaje de lo más heterosexualizador, creo que no hace falta ir al psicólogo para dejar de ser una enferma, una temporadita en París y como una nueva hetero. Bueno, pues que eso, tenía un vecino negro, un día no fue a cenar, me preocupé mucho, estaba angustiada y no pegué ojo en toda la noche. A la mañana siguiente lo vi, por fin pude tranquilizarme. Es que una le coge cariño a todo. Si vas a salir a cenar, avisa.
Eso es todo, ha sido un viaje bastante guay. Muy bonito y todo lo que quieras, pero no había ni una emisora de radio con canciones en inglés, muy suyos los franceses, y ninguna carta de restaurante traducida gilipollas, menos mal que mi madre sabe francés o eso dice ella, al hablar francés pone la misma cara, es increíble esta señora mía, para grabarla y no quitar ojo. Por cierto, mientras estaba allí, veía los JJOO, yo es que soy muy de deportes, es lo mejor de esta vida, no entiendo a esas personas sedentarias, no lo entiendo era lo único que podía ver sin que hiciese falta entenderlo.



Por cierto, ¿ya os he contado que he estado en Abercrombie&Fitch?
Tu puta madre, guapa

viernes, 6 de julio de 2012

Criada en cautividad

Tengo un nuevo amor, tiene unas curvas impresionantes, bien marcadas. La toco día sí, dia también. Me deja los dedos echos polvo, al principio se me ponían rojos y me escocián ahora sólo los tengo como dormidos, pero dicen que eso es normal, que me tengo que esperar a que me salgan callos para que no me duela. Es algo callada, pero mi familia la acepta muy bien y estoy orgullosa de ella. Viene un chico a mi casa con la suya y me enseña a tocarla... Vale chicos, no puedo alargar más esta gracia, hablo de mi guitarra. Para los que no lo sabíais pocos, porque ya sabéis que soy como esas abuelas que empotran contra la ventana del bus y te tienen acorralada para que no escapes de la historia de sus vidas, me he comprado una guitarra, es acústica, azul, vamos, que es preciosa. Intenté buscar un profesor que estuviese bueno, yo ya me imaginaba como en las pelis, relación alumna-profesor, todo súper uff. Busqué en google “Profesores de guitarra o bueno, de lo que sea, pero que estén buenos” pero el buscador me llevó a sitios que poco tenían que ver con lo que yo había buscado, bueno, había un requisito que sí que cumplían... tremendos todos, vaya. Al fin encontré a uno, era monísimo, pero tenía que ir a su casa, y a la Franco mi madre no le hacía gracia:
LaFranco: ¿Que tienes que ir tú a su casa? Ni pensarlo, es un pederasta
Analamejor: ¡¿Pero tú escuchas lo que dices?! Ojalá mami, ojalá..
LaFranco: Que no, que no, que yo no te mando a casa de un desconocido.
MihermanohijodeputaBorja: Te dirá que te quites la ropa, que así se toca mejor la guitarra.

Estas son las típicas conversaciones que hay en mi casa, para que luego os llevéis las manos a la cabeza al descubrir que estoy tan loca.
Al final encontramos a uno que me da dos clases por semana, el chico no está del todo mal y es majo. Ya he dado tres clases, la segunda fue muy frustrante porque no me salían los sostenido ni las cejillas, creía que tenía los dedos deformes a simple vista, lo parecen , pero a la tercera clase no me salió tan mal, y ya sé hacer bending, que es lo que viene siendo el estiramiento de cuerdas, pero así no mola tanto. La verdad es que es muy difícil saber tocar la guitarra, pero yo es que me veía a todos los gitanos que sabían tocarla, entonces pensaba, esto muy difícil no puede ser. Todas las personas que conozco que tienen guitarra, todos les han puesto nombres, y yo no voy a ser menos friki, así que necesito un nombre.. Me habían dicho que le pusiese Lucía, pero es que queda un poco.. ¿cómo os lo diría? “Voy a tocar a Lucía, me he dejado los dedos tocando a Lucía.. “ y podría seguir, pero supongo que sabréis por dónde voy. Quizás le ponga Adele, también es un nombre de chica pero yo qué sé, demasiado hago con aprender a tocarla como para que me tenga que calentar yo solita la cabeza buscando nombres, así que ya sabéis, tenéis que darme ideas. Por cierto, prácticamente he querido aprender a tocar la guitarra para saberme la de Someone Like You, y más o menos me suena algún trozo, pero aún me queda, cuando me la sepa entera lloraré, que no os quepa duda.
Yo no tenía ya suficiente fama en mi instituto de “Bisex con Vans neón” que ahora se ha convertido en “Bisex con Vans neón come suelos”. Os voy a situar, estaba yo con una amiga sentada tomando el sol en la parte del gimnasio, es decir, estaba enfrente todo el recreo. Vemos que dos amigos nuestros llevan un globo en cada mano, entonces yo les grito para decirles que se lo lanzasen a unas niñas, en eso que los muy hijos de puta amigos se giran y nos lo lanzan a nosotras. Mi amiga se quedó quieta, a mí no se me ocurrió otra cosa que intentar levantarme mientras chillaba, al ver que no me daba tiempo y estaba de cuclillas, me abalancé, cogí impulso como para intentar subir y me lancé en plancha. Ahí estaba yo, toda estirada en la arena. Mi amiga riéndose, me levanté rapidísimo para perseguir a mis hijos de puta compañeros, pero al ver que ni me había mojado ni me había hecho daño, pasé. Entonces empezó a aplaudirme todo el recreo.. Fue mortal. Y yo en plan levantando las manos como dando las gracias. Mortal, lo que os he dicho. Menos mal que soy mucho de reírme yo la primera de mí misma, porque de no ser así, me parece que no volvería al instituto, que por cierto, hace unas entradas, os comentaba que me iba a cambiar de instituto, pero claro, al final no lo he hecho..
Supongo que sabréis que a mí los niños no me gustan, pero últimamente he tenido contactos con ellos, como el otro día, vino una pelota hacia mí y yo se la lancé a un niño, se la lancé fuerte y en todo el pecho.. me giré para pedir perdón a un chico que había ahí, pero dudo que fuese el padre porque se estaba partiendo, opté por irme lo más rápido posible.. Pero no os penséis que todo lo que yo hago es malo, para contrarrestar lo del balonazo, le di un paquete de pipas a un niño de estos gordos gordos. Y me sonrió súper contento.. me sentí tan pederasta y tan bien que me di asco.
Yo es que supongo que ya lo sabréis, pero prefiero que se muera una persona a un perro. Y creo que nunca os he contado las razones de porqué no quiero tener hijos, muy simple:
1. Por si me sale puta
2. Por si me sale yonki
3. Por si me sale del PP
Básicamente es por eso, luego está lo de que soy demasiado egoísta como para perder horas de sueño y dinero con un niño, y para que luego no me agradezca nada y me conteste mal. Con un perro te gastas dinero, y más yo, que pienso vestirlo todos los días pero no me dolerá gastármelo en un perro, que por cierto, voy a tener de momento cuatro.
 Y antes de terminar, me gustaría dejaros con un espléndido chiste de una amiga.
"Más pija y naces Ana" .. Increíble, ¿verdad? Se hacen de querer.
Y una canción de lo más preciosa que espero aprender con guitarra y que acabo de descubrir. De nada.

Por cierto, el 19 hará un año que abrí el blog, quizás os explique el motivo por el cuál lo abrí, o de lo contrario me callaré y no diré nada, como la zorra que soy. Besis.
Tu puta madre, guapa

domingo, 10 de junio de 2012

Te odio tanto porque no puedo odiarte

Estrello mis palabras contra este papel. Las lanzo y ellas explotan salpicando con su tinta negra, a modo de lágrimas. Rabia. Rabia es lo que te tengo. Te odio tanto que no me arrepiento de haberte hecho llorar, de hacerte daño. No mereces que te escriba. No mereces ni que te odie. No mereces ningún sentimiento por mi parte. No mereces ocupar más espacio del que te he dejado ocupar. No mereces hacerme perder más tiempo. No mereces acordarte de mí los días de lluvia. Me arrepiento de haberte regalado mis horas, mis minutos, mis segundos; mi corazón, mi mente, mis lágrimas. Haberte regalado las palabras mágicas que nunca a nadie había regalado y que por tu culpa, espero no regalar jamás. Me arrepiento de haberte querido. De haber perdido el tiempo contigo. Te odio por echarte de menos.

Te odio porque noto que extraño tus besos, tus caricias. Tu suave piel. Porque ya no puedo olerte sin notar mil finas agujas clavándose en mí. Por el simple hecho de saber que ninguna de las miles de sonrisas que te quedan por esbozar serán ni para mí ni por mí. Recorrería el camino de mi casa a la tuya casi tantas veces como lo haría por tu cuerpo. Volvería a escribir para ti sobre todas las aceras de esta maldita ciudad que sólo me recuerda a ti. Necesito alejarme de aquí, de todo lo que me recuerda a ti. Las fresas, tus grupos de música, las paredes con vaho, un corazón, una rodilla, una tienda, las escaleras, nutella, una marca en mi estuche... Nunca serás capaz de saber el daño que me has hecho. Todo lo que he llorado por ti. Todo lo que he sufrido. Todo lo que he sentido. Te odio porque adoraba que me despertases y así lo hiciste tres días seguidos.

Quizás en algo sí que te he mentido: el último día que me despertaste, me hice la dormida, perdón. Perdóname por mentirte. Perdóname por quererte. Porque ya no miro ilusionada mi móvil para ver si eres tú quien que me habla. Porque ya nadie se desespera de la forma en la que tú la hacías cuando yo no te contestaba. Porque eres preciosa de todas las formas: llorando, riendo, durmiendo, enfadada, concentrada, hablando, en silencio. Porque no hay nadie más bonita que tú. Porque me encantaba poder explicarte el significado de cada una de esas enrevesadas palabras y no verte como a una tonta. Porque te quitaría todo lo que te he enseñado de la bofetada que jamás te daría. Te odio por aparecer en mis sueños sin ningún permiso. Por aparecer de la misma forma que lo hiciste en mi vida. De la misma en la que irrumpías en mi pensamiento cada pocos segundos. Por pensarte cuando escucho música. Porque no quiero pensarte, me niego. Porque ya nunca te podré mirar de la forma en la que te miraba. Mi corazón ya sabe que me faltas porque su ritmo no es el de siempre. Porque esto lo acabaste tú. Porque he estado jugando con mi herida, haciéndola más grande y nunca dejando que cicatrizase. Te odio, y quiero que sepas que no sólo has dejado cicatrices en mis nudillos. Las has dejado en mí.


Suena Someone Like You, en todos los sitios menos en mis oídos. 

De una tal Lucía.